Las muertes producto de la masacres están condenadas a la impunidad, agregó
La periodista Karol Noroña destacó que las familias de los privados de libertad donde se produjeron las masacres aún están a la espera de que las autoridades les informen si sus parientes están o no con vida.
Recordó que han sido 9 masacres desde el 23 de febrero de 2021, 8 de las cuales se produjeron en el régimen de Guillermo Lasso, sin que exista una reacción o respuesta efectiva.
“Tienen adentro la muerte y afuera la represión, esa es la respuesta para las familias”.
Detalló que el pasado lunes 3 de octubre, ella pudo presenciar la desesperación de los parientes de los detenidos, algunos habían viajado más de 24 horas desde diferentes provincias para preguntar sobre las condiciones de sus familiares.
“Para ellos la explicación de un ajuste de cuentas o una reestructuración de la gobernanza criminal, no es suficiente”.
Explicó que a las 14:00 del 4 de octubre, a casi 24 horas de la masacre, la fuerza pública corrió la reja lateral, ubicada a 150 metros de las familias, quienes al ver que se trataba de un traslado de 150 detenidos a otros centros, se aferraron a las mallas y empezaron a gritar los nombres de sus hijos.
“Del otro lado los presos llorando, levantando las manos, algunos diciéndoles tranquilos”.
Todos iban a ser llevados a las cárceles de la Penitenciaria, Rodeo en Manabí y en Esmeraldas.
Indicó que quienes no encontraban a sus hijos, en ese grupo, entraron en desesperación, ante lo cual los policías llegaron a desalojarles rugiendo sus motocicletas y emitiendo una alarma ensordecedora que provocó el desmayo de una mujer.
Mencionó que un hecho similar vivieron las familias en Guayaquil, cuando a la espera de noticias de los detenidos el SNAI les pidió esperar 30 minutos, luego de ese tiempo los uniformados empezaron a lanzar gas lacrimógeno, patear a mujeres, golpearon familiares y violentar a defensores de derechos y periodistas.
¿La muerte de Norero fue planificada?
Aseveró que a Leandro Norero lo sacaron de la transitoria y lo trasladaron a máxima seguridad para asesinarlo.
“El lunes recibimos el pedido de auxilio de mujeres que se encontraban en mínima y máxima seguridad porque sus pabellones dan al frente de donde estaba Norero”.
Puntualizó que Norero tenía nexos con la estructura de delincuencia organizada y el campo político del Ecuador.
“Esa muerte fue planificada, pudo haberse evitado”.
Enfatizó que el detenido se trasladaba libremente al interior de la cárcel y contaba con un circuito de seguridad de más de 25 personas.
“Un asesinato así no ocurre así nomás, pudo ser prevenido sobretodo con una persona que ha sido de las más mediáticas”.
Subrayó que nadie se ha hecho cargo de las 400 personas que han muerto en las masacres: “Están condenadas a una impunidad”.

Fuente: Pichincha Universal, Diario Bicentenario.