Con el último incidente en Quito, suman 342 los internos asesinados en centros penitenciarios durante el Gobierno de Guillermo Lasso.
Después de los enfrentamiento de este viernes en el Centro de Detención Provisional de Pichincha, conocido como la cárcel de El Inca, que dejó diez personas privadas de libertad asesinadas, el presidente Guillermo Lasso ha preferido guardar silencio.
Antes de este nuevo amotinamiento, Lasso había anunciado con bombos y platillos, en su cuenta de Twitter, el traslado de los líderes de las organizaciones delictivas Los Lobos y R7 a la cárcel de máxima seguridad La Roca, en Guayaquil.
El presidente informaba que el responsable de la matanza de la cárcel de El Inca, del pasado 7 de noviembre que dejó cinco internos fallecidos, “hoy ha sido aislado con éxito”
Y advirtió: “les dijimos que no nos temblaría la mano, y que habrían consecuencias para quien pretendiera crear caos. Que las mafias y cabecillas no se confundan: este será el mismo destino a quienes continúen con sus intentos de quebrar la paz de los ecuatorianos”.
Pero el apoteósico anuncio presidencial se derrumbó horas más tarde con una nueva masacre en la cárcel ubicada en el norte de Quito, que cobró más vidas humanas.
Ni Lasso, ni el ministro del Interior, Juan Zapata, quienes en los últimos días han realizado pronunciamientos triunfales sobre la lucha contra el crimen organizado, se han pronunciado sobre el nuevo amotinamiento.
Con los diez reos muertos en la cárcel de El Inca, suman 342 personas privadas de libertad asesinadas en 12 incidentes en centros penitenciarios, durante el Gobierno de Guillermo Lasso.
Mientras que en el Centro de Detención Provisional de Pichincha de Quito se han reportado tres incidentes en menos de 20 días.
El pasado 30 de octubre fueron encontrados dos reclusos sin vida, supuestamente suicidados; el 7 de noviembre murieron cinco y este viernes 19 de noviembre otras diez.

Fuente: Radio Pichincha , Diario Bicentenario.